Con la fuerza de mil soles
la noche ardía.
Así, sopló el alma en mí 
su melodía.
Guirnaldas de luciérnagas
prendió en mi pelo.
De la mano de mi niña
alzaban vuelo.
Se asomó a mi boca,
inspiradora,
y encendió las palabras…
que digo ahora:

“ … Aprende del arroyo
a fluir sin brumas
y que tus manos se vuelvan
como su espuma.
De la tierra toma
lo que te ofrece,
ve en su fruto maduro
lo que florece.
Te recordará el aire
la transparencia,
incontenible tu aliento
como su esencia.
En la danza del fuego
hallarás carisma.
La pasión con que abraza
serás tú misma.
Agradece a esos Maestros
las enseñanzas.
Te han moldeado perfecta,
a su semejanza.
Y, en el punto crucial
de tus coordenadas,
brillará un lucero
cada alborada … “





Pasar. 
Cada pasillo se detiene, se suspende en una húmeda y silenciosa obscuridad sin fin. Entre puerta y puerta, habita el vacío.
Te llevo en andas.
Abro la próxima.
La claridad nos encandila. Está cálido y agradable. El sol acaricia.
Me mirás a los ojos y me pedís casi sin palabras que nos quedemos aquí, que no sigamos adelante, no por hoy. Volvés a recostar tu cabecita sobre mi hombro y te sumís en tus abismos. Tan liviana y, sin embargo, pareciera que cargás encima el peso de una eternidad. Comprendo. Estás agotada, desvitalizada y necesitás nutrirte de la luz.
Subimos a los tejados rojos. Escabrosos. Superpuestos. Habrá seguramente algún rincón iluminado, apacible donde podamos detenernos a descansar, a que te recuperes.
Te miro y callo. Te siento tan entrañable. Tan lúcida y vulnerable…
He de ser tu escudo mientras me asistan las fuerzas. Mas un día, habiendo atravesado ya todos y hasta el último de los pasillos, habiendo traspasado la última puerta, allí nos despediremos y seguirás sola, ahora a la luz, ahora en la luz, para reencontrarnos, cuando el momento sea llegado, más allá de los espejos.








84 son las campanadas que, justo ahora, tañen al aire su vibrante resonancia. 
84 son y las oigo 
anunciando inicios, 
como blancos elefantes sagrados 
adelantándose a las caravanas 
de BIENAVENTURANZAS ...