Blanca la luna
bajó a la ría
para beber
en sus aguas frías.
Bella su estampa,
plata y serena,
calma su sed
en aguas morenas.
Voces nocturnas,
sombras silentes
cuentan amores
inconvenientes:
que, en plenilunio,
hombre la observa,
que la desnuda
sin más reserva
y que, en ensueños,
sacia su hambre;
ella, tan casta;
él, pura sangre.
Monta blancura,
cabalgan lejos.
y al alba vuelven
casi perplejos.
Hombre la besa,
luna suspira,
crece el encanto
mientras se miran.
Ya se despiden
entre promesas;
últimos besos
siembran certezas.
Discreta sube
entre sus pliegos,
hembrura fértil
(parirá luego).
Veintiocho velos
lleva mudados.
Sola, en el cielo,
piensa al amado.
Y, ya a punto,
cuando anochece,
vientre maduro,
baja y se mece.
Toca las aguas.
De sus caderas,
pare un reflejo,
lumbre y quimera.
Y, así, amantes,
luz y osadía,
hombre en luna,
luna y hombría,
amando mueren
y cobran vida
sobre las aguas
de aquella ría.













¿Cuál es el olor del AMOR? 

Porque si de AMOR se trata AROMa ha de tener...

... AMOR es como huele una sonrisa brotada del corazón, asomada a los labios que balconean todos los dientes. AMOR es como huele el idioma en que se canta una canción de cuna, las manos tendidas que acarician y, aún, el fin de los procesos al que damos por nombre “muerte”. AMOR, como huele la guerra que no sabe, todavía, que AMOR es (y por eso combate). Es como huele la Transparencia incolora en la que vibran los "colores", como la del espacio que recibe amablemente los trinos de los pájaros en vuelo y las fragancias de las flores. Es como huele la poesía en movimiento vestida de sonido, tinte y aroma, como huele un café compartido, el nombre de cada mujer y de cada hombre. Es el olor de la Madre que sostiene, abriga y nutre nuestros pasos sobre su piel y de cada púlsar en el infinito Universo… y de la nada, vacuidad de la plenitud… y del todo, plenitud de la vacuidad…AMOR es como huele el silencio que se pronuncia a sí mismo, la cristalina melodía del agua saltando en la fontana, el áspero crepitar del fuego, la nobleza fértil de la tierra, el devenir inasible del aire. Es el olor de la soledad en su propia compañía; es cada instante del no tiempo del AMOR, cada criatura de la Creación … y la Creación. AMOR es como huele… … …

Es, pues, madrepadre de todos los olores...


“AROMAMOR es… como huele la ESENCIA del SER".







Se hunde, detrás del horizonte encendido,
cada ocaso
y es fugitivo su trazo
en un cielo
teñido de cobrizas olas...





Reunida a mi niña y a mi anciana, hoy entro al nuevo día montada en la cresta de la vida, con plena conciencia del Juego que juego, dispuesta a no olvidarme de aquello que los grandes olvidan. 
Me agradezco, hasta aquí, el camino recorrido. Agradezco a los fuertes vientos, que me han enseñado a sostenerme erguida en mí misma, a la brisa cálida, que ha sabido calmar el dolor cuando lo hubo, soplando en mis heridas el reconfortante aliento como bálsamo aromado; al páramo, que, en su aridez, me privó de alimento, pues me facilitó el descubrir que hay un otro, inextinguible, que sustenta la verdadera existencia; al valle fértil, que me mostró la generosidad y abundancia de que está hecho el Universo que habito; a todos y cada uno de los rostros que acompañaron mi andar por devolverme, amorosamente, mi propio reflejo, por redireccionar, permanentemente, mis aprendizajes, por brindarme la posibilidad de encontrarme en cada uno de ellos y comprender comprendiéndome en la unidad del Espíritu.

Soy estrella y guía de mis propios pasos. Soy este perfume inconfundible, esta melodía única que se libera en el espacio ahora, así, aquí y se vuelve ARMOnía bajo el signo del AMOR...